Tuesday, May 22, 2007

Los druidas

Cuando oimos hablar de los druidas, nos vienen a la cabeza un montón de ideas preconcebidas. Por ejemplo, cogiendo como modelo a Panorámix, nos los imaginamos creando pociones para los irreductibles galos, o los vemos sencillamente como hombres sabios y buenos, vestidos de blanco, abrazados a los árboles. También, por desgracia, cuando buscamos información sobre su filosofía, nos encontramos con infinidad de información inventada y falsa del movimiento del new age, Wicca y neo-druidismo (esoterismo en general). Para empezar a hablar de druidas, hay que ceñirse primero a lo que sabemos gracias a los textos que se nos han legado, interpretarlos como es debido y luego ya exponer las hipótesis que nosotros creamos.

Símbolo de la religión Wicca

Una pregunta que tiene difícil respuesta es: ¿Qué eran los druidas?

Solamente sabemos cosas de ellos gracias, principalmente, a los escritores clásicos como Julio César, y también gracias a las leyendas transcritas por monjes medievales, provinentes casi todas de Irlanda. Pero compilando todo lo que se ha escrito sobre ellos, podemos decir que la figura del druida desempañaba muchas funciones a la vez. En la sociedad celta eran sacerdotes, filósofos, jueces, auguros, médicos, consejeros de reyes, oficiantes de sacrificios, profesores, magos (en las leyendas), entre otras cosas. Era la clase social más prestigiosa de la sociedad celta, incluso por encima de los nobles. De hecho, en los consejos oficiados por el Rey, los druidas eran los que hablaban primero, por ley. Las decisiones tomadas por los druidas eran respetadas por todos, incluido el Rey. Por tanto, los que gobernaban en la sombra eran los druidas.

Su filosofía tiene bastantes cosas en común con otras religiones orientales (animistas y naturalistas). Veneraban la naturaleza y su árbol sagrado era el roble. No en vano, la palabra "druida" proviene del griego Δρυίδης (Druides) que significa "hijo del roble". En Irlanda, en gaélico antiguo tenemos la palabra druídecht que significa "mago" y lo mismo en Gales, con la palabra dryw, que significa "vidente". Por tanto, la etimología misma nos pone sobre la pista de qué eran los druidas y a qué se dedicaban. Quizá una de sus creencias más significativas era la de la reencarnación y transmigración de las almas. Si esa era una creencia original suya o si fue copiada a otros filósofos, hay aquí dos teorías al respecto. Unos dicen que pudieron coger prestada esa creencia al filósofo griego Pitágoras, y otros en cambio dicen que esa era una creencia suya original y que fue Pitágoras quien cogió prestada esa creencia de ellos. De hecho, los druidas podrían haber tenido conexiones con los sacerdotes hindúes, los cuales creían en la reencarnación. Esos sacerdotes eran llamados, curiosamente, Druhyus. Basta tener en cuenta que los celtas originalmente provenían de las estepas del centro de Asia.



Una de las hipótesis que se discuten es que los druidas también podían haber creído en la dualidad sagrada de todo el Universo: luz/oscuridad, masculino/femenino, tierra/cielo, fuego/agua, etc. Por eso, según los textos, los druidas, para predecir el futuro y para la adivinación, elegían lugares intermedios a esas "dualidades". Por ejemplo, en la cima de una montaña (entre la tierra y el cielo), o en las costas y playas (tierra/mar). Los festivales celtas se celebraban cuando el día y la noche tenían la misma duración. Esas situaciones "intermedias" posiblemente eran consideradas mágicas por los druidas. Pero repito, eso es solo una hipótesis. Al igual que también es una hipótesis el hecho de su creencia en la ciclicidad de todo el Universo: nada empieza y nada termina, pues esa ciclicidad es eterna (véanse, por ejemplo, las espirales tan típicas de los dibujos celtas).



Pero lo que sí es cierto es que los druidas se dedicaban a estudiar la naturaleza en toda su profundidad y tenían muy en cuenta los beneficios que podían sacar a través de ella. También eran unos estudiosos de los astros, de la fisonomía de la Tierra y de los diferentes calendarios (lunares y solares), tan útiles para su pueblo, que dependía de las cosechas para sobrevivir. De hecho, en ese aspecto, se dedicaban a preparar conjuros para que las cosechas fueran abundantes. Por eso el pueblo les tenía tanto respeto, pues ellos eran los únicos que sabían con exactitud todo lo que acontecía en la naturaleza.

Y eso que está de moda desde el siglo XIX de considerar a los druidas como "hombres bonachones" es un mito, como los demás. Está demostrado arqueológicamente que oficiaban sacrificios de animales para poder adivinar el futuro, y que también sacrificaban vidas humanas (casi siempre de criminales o de prisioneros de guerra) para aplacar a los Dioses. Aunque para realizar auguros no siempre se necesitaba ofrecer vidas animales o humanas. También predecían el vuelo de las aves entre otros signos naturales.
Respecto a las batallas, obviamente no estaban en contra de ellas, al contrario, lo consideraban como algo normal, algo vital para la sociedad. De hecho, en las leyendas irlandesas, algunos druidas maldecían a los enemigos y protegían al ejército de su pueblo. Así que de buenos nada. Dejémoslo en "ni buenos ni malos", como la naturaleza misma. También pacificaban a las tribus, por eso tampoco se les puede tachar de bélicos al 100 %. Pero con su filosofía, permitían que los celtas no tuvieran miedo alguno a la muerte, eso es un hecho, y por eso eran fieros guerreros.



Y ahora hablaremos de algo apasionante: el proceso que se seguía para llegar a poder ser druida. Y os preguntaréis, ¿El acceso a las escuelas druídicas estaba restringido a la nobleza? ¡no! Cualquier persona podía enviar a sus hijos a las escuelas druídicas para poder ser allí instruidos. Esas escuelas eran una especie de monasterios. Parece ser que se les enseñaba en un estilo ligeramente parecido a las escuelas filosóficas griegas: allí se aprendía música, astrología, a leer y a escribir correctamente, medicina, filosofía, herbolaria, botánica, poesía, las propiedades de gran cantidad de plantas, comprender la profundidad sagrada de la naturaleza, conjuros y magia, las tradiciones de su pueblo y sus leyendas, teología, cálculo, entre otras muchas cosas. Pero lo más llamativo era que el aprendizaje duraba 20 largos años, y durante todos estos años absolutamente todo tenía que aprenderse de memoria, pues según apuntaba Julio César, ellos creían que con la escritura la sabiduría se pudre y hay que fomentar así la memoria.
Según comenta un autor clásico, el aprendiz de Druida pasaba por 3 fases. Vates, que llevaban túnicas verdes, los Bardos, con túnicas azules, y finalmente los Druidas, con túnicas blancas. Según el grado de sabiduría que iba adquiriendo el alumno, iba subiendo de una fase a otra. Normalmente esas escuelas se hallaban en sitios considerados mágicos y sagrados. ¿Eso de las escuelas druídicas no os recuerda a algo? ¿Un pequeño mago con gafas? jeje.

Druidas recogiendo muérdago. Según el historiador romano Plinio, el muérdago era recogido por un druida con una hoz de oro, en el sexto día de la Luna. El muérdago es una planta parasitaria que crece en diferentes tipos de árbol. Ellos lo recogían de robles, pues el muérdago, al alimentarse de su sabia, conservaba las propiedades mágicas que se les suponía de este árbol, juntamente con propiedades medicinales propias. Es más que probable que el muérdago fuera considerado sagrado porque en invierno sigue estando verde mientras el árbol ya ha perdido todas sus hojas. Además, está en una posición intermedia entre el cielo y la tierra, sin pertenecer a ninguno de los dos.

Se dice que los druidas se reúnian periódicamente en bosques sagrados, como por ejemplo en Anglesey o en la isla de Mann, y allí celebraban concilios, como los que aparecen en los comics de Asterix y Obelix, supuestamente para discutir sobre temas de profunda sabiduría. Pero de momento no hay evidencias arqueológicas de ello, solamente algunos textos de autores clásicos. También se cuenta que eran capaces de transformar personas en animales y de entablar relaciones con hadas, por ejemplo, pero eso ya forma parte del folklore.



En las islas Británicas, y sobretodo en Irlanda, el druidismo duró más que en el resto de "países celtas", pues los romanos, que habían conseguido diluir en gran parte la creencia druídica en todo el continente (las Galias, Hispania, los Alpes, la actual zona de los paises bajos y bélgica, los Balcanes, etc), jamás intentaron conquistar esos países, excepto Britania durante poco tiempo. Pero el handicap de Irlanda radica en qué ni siquiera hubo influencias remarcables de la religión romana, como sí pasó en Gran Bretaña, y la "pureza" druídica siguió inmutable hasta la llegada de San Patricio en el siglo V. En las leyendas irlandesas transcritas por monjes, podemos ver batallas mágicas entre san patricio y los druidas, que se resistían al cristianismo. Los druidas, en ese contexto, siempre son mostrados como seres perversos, como asesinos sin escrúpulos que adoran a los demonios. Es lógico, pues los monjes añadían a esas leyendas todo lo que les daba la gana en favor de su religión. Muchos lugares sagrados celtas, y muchos Dioses y Diosas del panteón céltico fueron transformados en iglesias y en santos y santas. Eso prueba la fortaleza y lo arrelada que estaba la religión druídica en la isla. Por ejemplo, la diosa Brigit, se transformó en Santa Brígida. En el campo, hasta el siglo XVIII, tanto en Irlanda como en Escocia, Gales y otros lugares de tradición celta, aún se llevaban a cabo rituales paganos de origen druídico para favorecer las cosechas y la fecundidad.



Podría estar hablando de esos personajes tan enigmáticos y de los que se sabe tan poca cosa durante horas, pero el objetivo de este blog es abordar muchos temas y dejarlos en el aire para que os entre el gusanillo de investigar. Unos 1300 años los druidas estuvieron gobernando la isla de Irlanda por encima de reyes y nobles, y aún el eco de sus pisadas misteriosas dentro de los robledales sagrados se puede escuchar, si prestáis bien el oïdo ;)

Monday, May 14, 2007

Introducción: Irlanda en la actualidad

*Casi no hablaré de irlanda del norte, pues sería una tarea demasiado ardua tener que explicar también lo que es la actualidad de esta parte del territorio irlandés.

4.200.000 personas viven actualmente en la República de Irlanda, en un territorio de 70.000 km cuadrados, lo que hace una densidad de población de unas 60 personas por km cuadrado.

Muchas cosas se pueden decir sobre Irlanda en la actualidad. Pero lo que llama más la atención es una cosa en concreto: la rapidez con la que se ha desarrollado la isla. En un intervalo cortísimo de tiempo (a partir de los años 80) ha pasado de ser una sociedad rural a una sociedad urbana e industrial, basada en la exportación de productos y en la alta tecnología. Hasta hace unos pocos años, Irlanda había sido uno de los paises más pobres de la Unión Europea (después de su entrada en 1973), y por eso ha estado recibiendo, al igual que paises como España, Portugal y Grecia, ayudas económicas del resto de países de la Unión. Eso es lógico porque hay que tener en cuenta las dificultades que hubo que afrontar después de siglos de pobreza y los costes que había supuesto la guerra de la independencia y la guerra civil. La creación de un nuevo estado no cambió demasiado las cosas, pues mucha gente seguía trabajando en la agricultura, y la mayor parte de la población vivía en zonas rurales y en la pobreza.


Familia irlandesa muy pobre sobre los años 30, justo después de la guerra de la independencia y de la guerra civil

Pero el crecimiento económico sobretodo a partir de 1990 fue espectacular, pasando de ser un país tercermundista a ser actualmente el país con mejor calidad de vida del mundo y el cuarto en el mundo en desarrollo humano. A ese cambio espectacular se le ha denominado "el tigre celta", en alusión directa al tigre asiático, por sus semejanzas en lo que a la espectacularidad del crecimiento se refiere. Aparte de todo esto, la tasa de paro es una de las más bajas de Europa con algo más del 4,5 %. Para que os hagais una idea, en los años 80 la tasa de paro era de un 18 %.

¿Pero que peligros también entraña todo esto? Con ese crecimiento económico tan espectacular, la inflación se ha disparado a cotas muy altas. Por ejemplo, costearse una vivienda ahora en Dublín es totalmente imposible, y además los precios, que hasta hace pocos años eran el principal atractivo de la isla (todo estaba bastante barato) se han incrementado muchísimo, y eso a la larga puede ahuyentar al turismo y también a las grandes multinacionales y empresas que hasta ahora operaban en irlanda por ser un país "barato".
Para la cultura tradicional irlandesa, la repentina capitalización y globalización de Irlanda en muy pocos años puede ser letal, pues los jóvenes de cada vez están más ligados a la cultura de masas (provinente en su mayoría desde Estados Unidos) y más alejados de sus raíces. Ahora está de moda, sobretodo en los países anglosajones, intentar parecer yanki. Además, entre vosotros y yo, he estado en Irlanda y no os podeis imaginar la cantidad de niñatas y niñatos pijos que he visto por las calles de las ciudades. Bajo mi humilde opinión, es asqueroso. Cultura de mcdonald's, de brittney spears y de "sabes tia, mi papi me a komprado un ipod nuevo...". Tened en cuenta que los irlandeses han mimado muchísimo, excesivamente a sus hijos, a consecuencia de que ellos lo pasaron muy mal en su juventud. Aún así, tampoco negaré que hay también un sector de jóvenes que se niegan a participar en este circo y que intentan preservar la cultura de sus ancestros con todo su corazón y ganas.


El nuevo tranvía que atraviesa Dublín

Respecto a las lenguas habladas en Irlanda, la más hablada es el inglés (cerca del 100 % de la población lo habla). Después del inglés, tenemos la lengua nativa, el gaélico irlandés, antigua lengua endémica de todos los irlandeses. Ahora esta lengua, aunque alrededor de 1,4 millones de irlandeses saben hablarla, solamente es usada como primera lengua y diariamente por unas 90.000 personas, siendo generosos, la mayor parte de ellas situadas en el oeste de la isla, lo que se denomina comunmente la Gaeltacht. Desde mediados del siglo XIX el número de hablantes de irlandés ha ido decreciendo muy rápidamente. Y no toda la culpa se la podemos atribuir a los ingleses. La política lingüística del estado irlandés ha sido un desastre absoluto. En la creación del estado irlandés, a principios de siglo, había unos 250.000 hablantes de irlandés, que lo hacían de forma fluida. Ahora, los estudios más pesimistas apuntan a que solo podría haber 30.000 hablantes de irlandés fluido. Por lo tanto, estamos ante una lengua en claro peligro de extinción, y no sólo es el hecho de perder una lengua tan bonita y antigua como esta, sinó que con ella muchas tradiciones y muchos aspectos de la cultura gaélica pueden desaparecer para siempre. Últimamente, esa marginación que sufre el gaélico, se ha intentado maquillar haciendo oficial este idioma en la Unión Europea, creando en 1997 una radio y una televisión con programación exclusivamente en gaélico e incentivando el aprendizaje de este idioma con más recursos. Pero estas medidas llegan bastante tarde. Respecto a Irlanda del Norte, el gaélico apenas tiene reconocimiento, y, que yo sepa, no existe nadie ahora mismo que allí lo hable con fluidez, y si hay alguien, deben ser unos centenares de personas. Se dice que en Belfast hay un nucleo importante de gente que empieza a hablarlo, para diferenciarse de los "unionistas".



Podemos observar como, en poco más de un siglo, las regiones donde se habla gaélico se han reducido de una forma muy drástica. Las mayores concentraciones de gente que habla ese idioma céltico están en el oeste de Donegal, Mayo, Galway, Kerry y Cork. Las concentraciones menores están situadas en los condados de Meath y en el condado de Waterford. La Gaeltacht está reconocida por el estado irlandés, y tiene incluso un ministerio propio que se encarga de su conservación. El condado con más población de hablantes de gaélico es Galway (concretamente en la región de Connemara). Se estima que en la Gaeltacht viven alrededor de 85000 personas. Los estudiantes irlandeses de gaélico son acogidas en verano por famílias de la gaeltacht, para que practiquen el idioma.


Señal de tráfico en gaélico, en la zona de la Gaeltacht

Y por último, si hacemos un repaso al aspecto natural de la isla, la mayor parte aún permanece bastante intacta, debido a la baja densidad de población existente. Lo que llama la atención de esta isla es sobretodo la cantidad ingente de colores verdes que hay en el paisaje. Además, aún le confiere más espectacularidad el hecho que prácticamente no posee montañas (solamente Wicklow, Connemara y poca cosa más), y las pocas alturas existentes consisten en lomas verdes y mayoritariamente desprovistas de árboles en donde, por cierto, siempre ha habido tradiciones de la existencia de hadas. El paisaje y la vitalidad de este es una de las peculiaridades más bonitas y únicas de esta isla. En todas las partes de Irlanda, ya sea en las zonas más agrestes, o en las zonas más humidas y boscosas, puedes encontrar mil maravillas escondidas, y parece que la magia flote constantemente. Un poco alejados todavía de la globalización alienada de las ciudades, en los pueblos encontramos aún un eco de la verdadera irlanda. Lo mejor es sentarte en un viejo pub hecho de madera, pedirte una guinness, escuchar música folk tradicional y mientras tanto mirar por la ventana como cae la lluvia encima de los verdes campos.



Tampoco quiero ser un aguafiestas, no creo que la esencia de Irlanda esté totalmente condenada a extinguirse, pues también pude observar que en ciertas ciudades, sobretodo en Galway, la juventud es muy consciente de sus raíces. En Galway, en cada esquina, músicos ambulantes tocan música tradicional, vi también jóvenes llevando camisetas con inscripciones en gaélico y muchas tiendas con información sobre la cultura irlandesa, y sobretodo muchos pubs tradicionales. Solamente espero que todo esto, otra vez, se acabe imponiendo en el resto de la isla. Por un momento me pondré esperanzador ;)



http://www.youtube.com/watch?v=0R_tnu9G0TM <- un poco de música que enaltece los corazones

Wednesday, May 9, 2007

Introducción: La anómala división de la isla

Durante miles de años, la isla de Irlanda, a pesar de las lógicas diferencias entre Reinos independientes que hubo durante la época celta, había sido un todo cultural, político y lingüístico. Su identidad, ahora mismo, es una de las más antiguas de Europa. Y sin embargo, paradójicamente, la isla está separada. De los 32 condados que se extienden en la isla, 6 de ellos pertenecen actualmente al Reino Unido (Irlanda del norte), y los 26 condados restantes forman lo que se llama la República de Irlanda. Los 6 condados escindidos pertenecen a la región del Ulster.
Seguro que la palabra Ulster os sonará a los que no estais muy versados en este país, a terrorismo y a la banda terrorista IRA. Pero en realidad la región del Ulster no está toda entera dentro de Irlanda del Norte. 3 condados de los 9 en los que estaba dividida esta región, están dentro de la República de Irlanda. Esta división se gestó en el siglo XVII y tuvo lugar oficialmente en el año 1921. Y os preguntaréis, ¿Por qué se dividió algo supuestamente tan compacto y unido?


Los condados del Ulster pertenecientes actualmente a la República de Irlanda són: Donegal, Cavan y Monaghan. Los pertenecientes a Irlanda del Norte són: Antrim, Armagh, Down, Fermanagh, Londonderry y Tyrone.


Para eso nos tenemos que remontar al siglo XII, en una Irlanda sumida en una guerra de sucesión entre Chieftains (jefes tribales de origen celta) para ostentar el título de Rey Supremo de Irlanda. La dominación vikinga, gracias a Brian Boru, había sido rechazada definitivamente en el siglo XI, y ahora el problema era simplemente interno. El chieftain Diarmait Mac Murchada luchaba por ostentar ese poder, pero no tenía fuerzas suficientes para conseguirlo. Así pues, el muy necio creyó que lo mejor era llamar a los normandos (desde Gran Bretaña) para que estos le ayudaran a asentarse en el trono. Lo que hicieron estos fue, lógicamente, frotarse las manos y entrar sin impedimentos en la isla de Irlanda. Finalmente el Rey Enrique II fue el que conquistó Irlanda, y el iluso de Diarmait se quedó sin el trono. Y así fue como empezó la dominación británica en la isla esmeralda. Se crearon los condados, pues el Rey se encargó de extender su dominación efectiva por toda la isla a través de condes. Aún así, y resumiendolo un poco todo, esa dominación no fue lo satisfactoria que los normandos querían (solamente 70 años de dominación efectiva).


Reinos celtas en 1014, justo después del asesinato de Brian Ború, reunificador de Irlanda durante algo menos de una década. En rojo podemos observar los reductos en dónde todavía los vikingos resistían.


70 años después de la entrada de los normandos a la isla, Irlanda sigue siendo celta. Realmente nada había cambiado, solamente "The Pale", una fortaleza normanda en dónde se hallaba la ciudad ex-vikinga de Dublín, pertenecía a la corona británica. Este es un mapa del 1450, en pleno resurgir gaélico.


A partir de mediados del siglo XIII hasta mediados del siglo XVII (4 siglos!), la gran mayoría de los propios condes puestos por el Rey inglés se habían "pasado" a la cultura gaélica (celta), y los chieftains de origen celta volvían a regir en casi toda la isla. Durante mucho tiempo, tanto unos como otros estuvieron luchando con éxito y sin jamás cansarse contra el poder británico hasta la llegada del nefasto Cromwell en 1654, después de una brutal rebelión de los irlandeses en contra del poder inglés (enésima rebelión). Después de 400 años de una Irlanda libre y, si no libre, rebelde, él fue quien, después de una larga guerra, consiguió reconquistar la isla para la Commonwealth. Cualquier forma cultural irlandesa incluida la lengua y los derechos humanos más básicos fueron abolidos por los ingleses, y los habitantes irlandeses fueron condenados a ser ciudadanos de segunda. Muchos de ellos fueron expulsados de sus propios hogares y obligados a desplazarse hacia el Oeste, a unas tierras agrestes, dónde apenas podían sobrevivir. Una frase muy instructiva de Cromwell, dedicada a los irlandeses, dice así: "A Connaught (al Oeste) o a la fosa"


Observamos aquí cómo se hizo el reparto de tierras. Millones de nativos irlandeses fueron confinados en un pequeño territorio (Connaught) y dejados allí de la mano de Dios. Aún así, en todo el territorio excepto en gran parte del Ulster, la población mayoritaria aún seguía siendo nativa (los ingleses necesitaban mano de obra barata y gente que hiciera los trabajos poco considerados claro está). En Connaught se gestaron las futuras rebeliones en contra del poder inglés, habiéndose convertido en un auténtico fortín "celta".

Así pues, no nos extrañe que otra rebelión se llevara a cabo a finales del siglo XVII, la cual terminó sin éxito y dió paso a que una gran cantidad de terratenientes y de habitantes provinientes la mayoría de Escocia se asentaran en la isla y se apropiaran de muchas tierras sobretodo de las zonas más conflictivas (Ulster, Munster y Leinster). La gran mayoría de habitantes de Irlanda, como ya dije, fueron "deportados" a Connaught. Esa apropiación ilegal de tierras tenía como objetivo ir minando lentamente la cultura gaélica de Irlanda, y fue financiada por la reina de Gran Bretaña. A partir de 1691 hasta 1801 Irlanda pasó a ser una colonia de Gran Bretaña y, como tal, los nativos siguieron siendo tratados como animales, como escoria, separados del resto como en un zoo. Las clases altas decidieron crear un parlamento irlandés sectario, en dónde solamente los protestantes (pro-ingleses) podían participar. Ante esa situación exasperante, y con una población nativa totalmente diezmada por el hambre y por la ausencia de derechos, se llevaron a cabo más rebeliones que siempre terminaron fracasando pero que, no obstante, minaban la moral de los ingleses. Cansados de esa situación, se decidió que Irlanda, como Reino de Irlanda, entrara en el Reino Unido de facto. Supuestamente eso iría acompañado con una otorgación de derechos civiles a los habitantes católicos (nativos irlandeses). Pero eso no se cumplió, y el Rey actuó como le salió de los cojones, así de claro. Solo basta recordar la gran hambruna de la patata que tuvo lugar a mediados del siglo XIX, en qué murieron 1 millón de irlandeses y 1,5 millones se vió obligado a abandonar a su amada y bella Irlanda, muy a su pesar. La cultura gaélica sufrió un duro revés, sobretodo el idioma gaélico, pues 2,5 millones de nativos habían desaparecido, y, además, tampoco ayudaba el hecho de que toda manifestación cultural irlandesa estaba tajantemente prohibida.

Una madre y sus hijos durante la gran hambruna de la patata

A partir de 1870, empezó el debate para otorgar autonomía a Irlanda bajo la Home Rule. A pesar de los constantes esfuerzos de los ingleses, Irlanda seguía siendo mayoritariamente independendista, católica y agraria y unos pocos, mayoritariamente situados en el Ulster, se oponían a esa autonomía (descendientes de los escoceses que repoblaron el Ulster), la cual fue finalmente conseguida en 1910. A partir de 1916, una rebelión llamada The Easter Rising, se proclamó en Dublín, con el objetivo de crear una estado independiente para toda la isla de Irlanda. A pesar que esa revuelta fue sofocada en una semana, la guerra entre irlandeses y británicos duró hasta 1921 (en 1919 el parlamento irlandés había autoproclamado la independencia de la totalidad de la isla, a espaldas del gobierno británico) en qué Londres accedió a darles la ansiada independencia, después de la friolera de 700 años de lucha constante, la cual no dejó contentos ni a unos ni a otros. Los pro-británicos, lógicamente, se oponían a la creación de la República de Irlanda, a pesar que el parlamento irlandés creado con la Home Rule y elegido por el pueblo irlandés había ratificado el tratado de independencia. Los pro-irlandeses más nacionalistas se oponían, por el contrario, a la partición de la isla entre mayoría católica (pro irlandeses) y mayoría protestante (pro británicos). Michael Collins, político independentista del Sinn Féin se había encargado de negociar esa partición con el gobierno británico. Más adelante el IRA, ordenado por Éamonn de Valera (presidente del Sinn Féin), asesinó a Michael Collins por "traidor a la patria". Durante 2 años (1921-1923) hubo una guerra civil entre los que estaban a favor del tratado y los que estaban en contra. Al final ganaron los pro-tratado, o sea, el nuevo ejército de la recién creada República de Irlanda.



Michael Collins, uno de los líderes de los rebeldes irlandeses independentistas, asesinado por el IRA después del tratado que él mismo firmó, que otorgaba a Gran Bretaña 6 condados del Ulster a cambio de un Estado Libre en el resto de la isla. Esta foto fue tomada en el funeral de uno de los generales del ejército del Estado Libre, asesinado por el IRA. Diez días después de este funeral, el IRA asesinaría a Michael Collins por orden de Éamonn de Valera.

Es una situación complicada. Básicamente, por historia y por derecho, Irlanda debería haber conseguido la independencia sin particiones de ningún tipo, pero también es verdad que en esos 6 condados escindidos no querían pertenecer a una república irlandesa.

Paramilitares pro-británicos en Irlanda del Norte, encargados de ayudar al ejército británico a luchar en contra del IRA y de los rebeldes irlandeses durante la Guerra de la Independencia irlandesa, en el norte. Ese grupo siguió existiendo después de la partición de Irlanda, para luchar en contra del IRA, que seguía operando a lo largo de los 6 condados. En el año 2007, 1 año después del abandono de las armas por parte del IRA, ese grupo paramilitar también las abandonó.

Pero las tensiones en el norte escindido del territorio (Irlanda del Norte), no han cesado hasta la actualidad, pues mientras que en el sur los irlandeses prosperaban lentamente después de una larga agonía bajo el yugo inglés, en el norte los católicos (proirlandeses) fueron considerados ciudadanos de segunda hasta bien entrados los años 80 del siglo XX!! Si, si, no es broma, con cientos de presos políticos muchos de ellos inocentes, encerrados sin pruebas. La falta de derechos civiles para los católicos, la marginación social y el desprecio profundo que estos sufrían alimentó el odio y desencadenó una oleada gigante de atentados en los años 70 y 80 llevados a cabo por el IRA y, tampoco lo olvidemos, también por los Unionistas y los Orangistas (más adelante hablaré de este último colectivo). Durante muchos años en Irlanda del Norte se quiso acabar con la identidad irlandesa, identidad siempre incómoda para los intereses de Londres. Ahora se ha conseguido un escenario de paz entre pro-irlandeses y pro-británicos, después de décadas de sufrimiento por ambas partes. Los irlandeses jamás se rindieron, como jamás lo hicieron antes, y ahora, increiblemente, de cada vez más gente está de acuerdo con la reunificación de Irlanda, allá en el norte. Y yo estoy con ellos y con el corazón en la mano siempre diré...

ERIN GO BRÁCH (Irlanda para siempre)