Thursday, April 26, 2007

Irlanda (introducción). Primera parte: La Irlanda Celta

Las suaves y dulces cuerdas del harpa resuenan mientras el viento del acantilado golpea mi rostro. Cierro los ojos, y en esa melodía puedo advertir que se trata del harpa de Dagda, Dios supremo de los celtas, hecha con su árbol sagrado: el roble. Todo el mundo está de acuerdo que aquellos Dioses desaparecieron, y dieron paso a la iglesia cristiana celta y luego al catolicismo en la Isla Esmeralda.
Pero bajo los montes de Connemara y de Wicklow esos Dioses aún moran, celebrando sus festines, cortejando damas y batallando, los puedo escuchar, sus risas, sus llantos y el entrechocar de las armas, el dulce sonido de los besos y los bellos cantos de los bardos.

¿Pero qué queda de aquella Irlanda celta, de aquella Irlanda misteriosa e indómita en la actualidad? Con ese blog voy a pretender explicar todos los rasgos característicos de esta isla tan fascinante y desconocida por muchos.



"Round Tower" en el monasterio de Glendalough (en gaélico Gleann Dá Locha, que significa "el valle de los dos lagos"), situado en las montañas de Wicklow. El monasterio data del siglo VI d.C. Esas "round towers" servían como torres de vigía y de protección para los habitantes del monasterio, en caso de invasión vikinga. Esa se construyó sobre el siglo X para protegerse de los anteriormente mencionados vikingos.

Primero, no obstante, nos debemos detener un poco en su historia y en su fisonomía, para poder situarnos un poco. No os preocupéis, será corto. O sea que pediros una buena pinta de Guinness, poneos algo de música folk irlandesa/escocesa (si teneis a mano) y prestad atención!

Es muy curioso, pero cuando hablamos de Irlanda siempre nos viene a la mente un montón de ideas preconcebidas: música (mal llamada) celta <- en otro post lo explicaré, guerreros pintados de blanco y azul como los de Braveheart, un irlandés borracho bailando en un pub, chicas pelirrojas bastante guarrillas y, para los que ya les gusta un poco más el tema, símbolos típicos de la mitología celta como las espirales y los torques. Asociamos equivocadamente los paisajes verdes de la isla y el sonido de los tin whistles con todo lo Celta. ¿Pero qué conocemos en realidad de la cultura celta? Muy poca cosa, sinceramente, y lo poco que conocemos, lo conocemos mal.

http://www.youtube.com/watch?v=KXPPS2JnEG0 <-- ahí tenéis una prueba

¿Existió vida en Irlanda antes de la llegada de los celtas en el 700 a.C? Por supuesto. De hecho, las evidencias arqueológicas son muchísimo más abundantes antes de esa época. De la edad de piedra y de la edad de bronce se conocen muchísimo más cosas que de la época celta. Pero bueno, entremos a lo que nos interesa ahora mismo. Los habitantes anteriores a la llegada de la cultura celta a la isla, lo que se conoce como mesolítico y luego la edad de bronce (a partir del 4500 a.C) mayoritariamente se dedicaban a la agricultura y a la ramadería. De esta época provienen grandes tumbas y supuestos santuarios, como por ejemplo el de Newgrange, situado en Brú na Bóinne, en el norte de Dublín, considerada la tumba más grande de Europa. Esa cultura estuvo activa durante cerca de 4000 largos años. Casi todos los estudiosos están ahora de acuerdo que la llegada de los celtas solamente modificó sustancialmente esa cultura anterior, pero no la cambió. Los celtas trajeron a la Isla una nueva religión y una nueva organización social, adaptándola a la anterior. Por ejemplo, Brú na Bóinne, donde están situadas las famosas tumbas de la edad de bronce y la colina de Tara, eran ya centros de poder y centros sagrados antes de la llegada de los celtas. Por tanto, concluimos que sería simplificar demasiado considerar Irlanda como celta a secas.

Tumba de Newgrange, situado en la región de Brú na Bóinne, en el condado de Meath. Se construyó sobre el año 3100 a.C. Contiene un pasillo que entra directamente en la cámara de la tumba, totalmente oscura. Durante 17 minutos, cada solsticio de invierno, el Sol entra en la cámara y la ilumina completamente. Se le supone una función sagrada y religiosa, aparte de su función de tumba.

De los celtas, en Irlanda, han quedado tan pocas evidencias arqueológicas, que casi todo lo concerniente a su cultura se conoce gracias a leyendas legadas a nosotros por los monjes medievales. Por tanto, partimos de la base que muchas cosas de esa cultura están difuminadas por la niebla de la leyenda y el mito. A través de esas leyendas, se sabe que Irlanda estaba dividida en una gran cantidad de tierras independientes entre sí, gobernadas por los denominados Thanes. Más adelante Irlanda se dividió en 4 reinos: Ulster, Leinster, Connaught y Munster; casi siempre en guerra entre ellos. Desde la llegada de los celtas, sin embargo, se conoce la existencia de un "Rey Supremo", que gobernaba la isla entera en la colina de Tara (considerada sagrada por la cultura anterior), pero su poder se cree haber sido solamente simbólico.



La colina de Tara (en irlandés Teamhair na Rí, "la colina de los reyes"). Tanto en el neolítico como en la época celta y en la cristiana (hasta el siglo XII) tuvo una gran importancia sagrada. Durante muchos siglos, fue el sitio desde donde gobernaban los altos reyes de Irlanda, con un status divino. Estos gobernaron desde el principio de la época celta hasta la invasión normanda del siglo XII. Se cree que allí se celebraban los festivales sagrados celtas del Samhain y del Imbolc (en otros posts lo explicaré).

Según la leyenda, esos Thanes y Reyes eran a menudo asesorados por los Druidas, una clase social también genuinamente celta, que es lo que hace esa cultura especialmente fascinante y lo que generalmente hace que nos centremos en ella en vez de centrarnos en los rasgos de la cultura anterior. Los Druidas eran hombres sabios que, previamente, habían pasado por una férrea educación en "colegios druídicos" donde les enseñaban a saberse de memoria todas las leyendas e historias de la Isla, a comprender profundamente el carácter sagrado de la naturaleza, interpretar augurios, desarrollar el arte de la palabra y de la curación, y algo más oscuro y mitológico: la creación de conjuros. La religión celta se basaba básicamente en la creencia en la Reencarnación y en la eternidad del Universo. Por eso, casi todos los símbolos celtas se basan en ruedas y espirales, lo que simboliza que nada tiene fin. También la armonía con la naturaleza, y la importancia que se daba a la magia, a los muertos y a los lugares sagrados son características a tener en cuenta. El Roble era su árbol sagrado, donde los druidas hacían parte de sus ritos. Los Celtas eran gente muy supersticiosa, creían que existían seres de otros planos ni buenos ni malos, a los que tenían que respetar y, a veces, protegerse de ellos mediante amuletos (duendes, hadas, gigantes...). Podían traer bendiciones y también calamidades. Tan profunda era su creencia en una naturaleza viva, misteriosa y sagrada.


Dibujos con influencia claramente celta en el Libro de Kells (siglo IX)




Pero como ya dije antes, parte de esas creencias (sobretodo ritos para mejorar la fecundación, la ciclicidad de un universo, etc) ya estaban arraigadas en la anterior cultura, y lo único que hicieron los druidas fue modificarla y añadir elementos nuevos.

Respecto al origen de esas curiosas gentes a la Isla, se cree que pudieron llegar de diferentes zonas de Europa como desde el norte de la Península Ibérica o desde el centro de Europa, cuna original de los celtas (actual Alemania). Otra cosa significativa e interesante que trajeron esas gentes, aparte de la religión, fue su propia mitología, una mitología que era cantada, recitada y musicada por los bardos en toda la isla. Tenemos mitos especialmente preciosos, como el de Dagda y su harpa, un harpa mágica que destilaba unas notas tan bonitas, que era capaz de crear bellos sueños en los corazones de la gente mientras era tocada por él. Todos se dormían plácidamente al escucharle.

Para finalizar, debo aclarar que la cultura celta llegó muy tarde a la isla, mucho más tarde que en el resto de Europa. Entonces...¿por qué Irlanda está tan asociada al mundo celta? Eso tiene una respuesta muy sencilla. Ni los romanos, ni finalmente tampoco los vikingos, fueron capaces de conquistar la isla y, así, difuminar la cultura celta. Esta cultura, pese al cambio de religión hacia el cristianismo a finales del siglo V d.C, estuvo bien viva hasta la llegada de los ingleses en el siglo XII. Tan arraigada estaba la lengua y las costumbres de esa cultura, que hasta el siglo XVIII, la lengua del 95 % de la población era el gaélico, o sea, la lengua celta. Y pese a los esfuerzos de los ingleses, los ecos de esa cultura aún se pueden escuchar en la campiña verde irlandesa. Libres corretean los duendes y las hadas en los parajes aún virgenes y sin mácula.